miércoles, 25 de septiembre de 2013

Por una Mirada Un Mundo...

Hoy quiero dedicar una entrada a la comunicación. A la importancia que tiene para nosotros establecer un contacto visual con la persona con la que estamos hablando, a la que estamos atendiendo o a la que estamos comprando algo...He leído un post hoy Mírame a los ojos!!  que habla sobre este echo...¿ Cuántos de nosotros hemos saludado alguna vez en la vida a una cajera de supermercado y sólo hemos recibido como respuesta un bip,,, de la máquina??
Es más, yo misma trabajé en mi juventud como cajera de supermercado, y estoy segura de que en alguna ocasión también actué así. No por falta de educación, simplemente porque la rutina y la monotonía del trabajo hace que entres en modo automático y aproveches para hacer una introspección profunda sobre las cosas de la vida... eso en el mejor de los casos. 

El contacto visual para nosotros es fundamental, cuando entiendes una mirada creas un vínculo con esa persona, una empatía, una complicidad que hace innecesaria, en muchas ocasiones, la utilización de la palabra. Lo mismo pasa con el tacto, necesitamos tocar y ser tocados desde que nacemos ( para mi personalmente es un error poner las odiosas manoplas a los bebés nada más nacer... si no han salido con la cara magullada..¿ porqué les ponemos guantes para que no se arañen? el tacto es el único sentido totalmente desarrollado cuando nacemos, por eso es importante estar piel con piel con tu retoño desde el mismo momento en que abandona tu útero para empezar a respirar por el mismo.).



Hay una iniciativa llamada Mírame, Diferénciate que inició un grupo de profesionales dedicados al campo de la salud promovidos por la convicción de que la calidad asistencial podía mejorar con pequeños gestos. Algún "alma descarriada" pensará que es triste que surjan este tipo de iniciativas para concienciar de la importancia de la calidez humana en entornos donde falla la salud, pero lo cierto es que hacen falta, pues queramos o no, en algún momento de nuestras vidas estamos más absortos pensando en lo que vamos a hacer de comer que en la persona que estás tratando... 

Durante unos años trabajé como Directora de un centro Geriátrico, además también ejercía como Psicóloga y creo que la importancia de esos pequeños gestos en un ámbito como el geriátrico es todavía más palpable. Los ancianos con los que trabajé necesitaban estimular sus sentidos, y es curioso, pero a medida que avanzaba la Demencia, perdían el oído, el gusto... su mirada se hacía cada vez más perdida, más vidriosa...y cuando ya no establecían contacto visual,  algunos respondían a estímulos olfativos, pero todos... TODOS sonreían cuando se les acariciaba, se les daba la mano o se les daba un beso...




Baetuleando...

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